viernes, 9 de octubre de 2009


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Los seres humanos soñamos y luchamos por tener una vida sin sobresaltos, quieta y apacible, sin que nada ni nadie se mueva de su lugar.  Pero la vida insiste en mostrarnos lo contrario, desde el simple corte de un dedo o un porrazo en plena calle, hasta las grandes emergencias: la enfermedad que amenaza la vida de un ser amado o la propia, un accidente desastroso, la perdida de un ser querido, etc. y nuestra vida ideal se ve arrasada como por un huracán.  Reaccionamos de diferente forma, la más común es buscar una salida, encontrar una luz, pero realmente usamos esta oportunidad para transformarnos y descubrir el sentido que la "emergencia" tiene para nuestras vidas.  Somos capaces de "emerger" como un ser nuevo que mire a su alrededor y vea las necesidades que otros tienen, un ser que sea capaz de amar profundamente la vida en su totalidad, enfrentando los desafíos con la fuerza del  alma y la luz del espíritu.




Esta conciencia de la vida no es difícil de adquirir y a través de los tiempo han nacido diferentes métodos y propuestas para alcanzar una vida más plena e iluminada.  Nuestro país no ha quedado atrás y hoy tenemos a nuestro alcance muchas posibilidades de autoayuda para ir desarrollando nuestra conciencia, crecer y ser felices.





La primera que quiero mostrarte es la Terapia Floral del Dr. Edward Bach que consiste en ingerir en gotas las esencias florales necesarias para transformar nuestras actitudes y emociones negativas como la rabia, la tristeza, intolerancia, impotencia, sumisión, etc. y que impiden que tengamos una vida más placentera, alegre y optimista que nos permita desplegar todo el potencial existente en cada uno de nosotros que nos lleva a plasmar nuestros sueños e ideales y realizar los propósitos del alma y podamos por fin "emerger".



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